Illa descarta el confinamiento domiciliario pero acepta estudiar la ampliación del toque de queda

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El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha comparecido ante los medios este sábado para evaluar la evolución de la pandemia en nuestro país tras el récord de contagios del viernes, cuando se notificaron más de 40.000 nuevos casos, y cuando la incidencia acumulada alcanzó su pico más alto. Aunque el ministro ha admitido que las cifras «son muy preocupantes», ha reiterado que descarta un confinamiento domiciliario, pese a que varias autonomías lo han planteado.

«Esta semana hemos visto cifras muy preocupantes, pero tenemos el conocimiento, la experiencia y sabemos cómo doblegar esta tercera curva», ha afirmado el ministro. A su juicio, el decreto de estado de alarma «ha funcionado y funciona», ya que además de prolongarse hasta el mes de mayo, establece indicadores comunes para adoptar medidas y políticas que permitan frenar la propagación del virus.

Salvador Illa ha aseverado que el Gobierno «siempre respalda cualquier medida que sea eficaz para combatir la pandemia, pero todas deben tener cobertura legal». Aunque no ha citado a la Junta de Castilla y León, que ha adelantado a las 20.00 horas el toque de queda, ha señalado que «la restricción de derechos fundamentales, como la movilidad, se debe hacer con todas las garantías jurídicas». Y es que mientras Sanidad mantiene que no se puede adelantar antes de las 22.00 horas el toque de queda, la Junta ha publicado la orden, que entra en vigor este sábado.

«Si hace falta aplicar alguna medida adicional, las estudiaremos en el seno del Consejo Interterritorial de Salud», ha dicho respecto a las peticiones de varias autonomías para adelantar el toque de queda.

Pero a pesar del avance desbocado de la tercera ola, Illa ha vuelto a repetir que no contempla el confinamiento domiciliario, e insiste en que «con los instrumentos que tenemos en este momento es suficiente para doblegar la curva; ya lo hicimos con la segunda ola».

El ministro subraya que hay que esperar al menos 14 días desde la adopción de restricciones para ver si estas funcionan, al tiempo que pide a los ciudadanos «que sigan las recomendaciones al pie de la letra».