El Ejército ruso bombardeó durante las últimas horas instalaciones energéticas clave en Ucrania en lo que el Kremlin calificó como un “ataque masivo” con misiles y drones. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció que Moscú apunta deliberadamente a infraestructura crítica y pidió a Occidente más presión sobre Vladimir Putin, incluida la entrega de armas de largo alcance.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque fue dirigido contra “infraestructura energética que apoya las operaciones del complejo militar-industrial de Ucrania”, en respuesta a lo que calificaron como “ataques terroristas ucranianos contra objetivos civiles en Rusia”. Moscú aseguró que “todos los objetivos designados han sido golpeados” y que sus defensas derribaron 278 drones ucranianos, seis bombas guiadas y un misil HIMARS.
Por su parte, Zelenski detalló que los bombardeos afectaron a las provincias de Chérnigov, Járkov, Poltava, Sumi y Vinitsia, y denunció que uno de los ataques alcanzó un edificio de los Servicios Estatales de Emergencia en Járkov, dejando varios heridos.
“Doble terror” y ataques repetidos
Zelenski acusó a Rusia de aplicar una estrategia de “doble terror”, utilizando drones Shahed con municiones de racimo y repitiendo bombardeos para herir a bomberos y trabajadores que intentan restaurar las instalaciones dañadas. “Este otoño, los rusos usan cada día para golpear nuestra infraestructura energética”, afirmó.
El mandatario ucraniano insistió en que Putin “hace oídos sordos a todo lo que el mundo dice” y que el único lenguaje que entiende es el de la presión: “Presión a través de sanciones y a través de capacidades de largo alcance”, dijo, en referencia a su pedido a Estados Unidos para recibir misiles Tomahawk.
Ucrania busca apoyo firme de sus aliados
Zelenski subrayó que “son posibles decisiones firmes” por parte de Washington, Europa y otros aliados, y que su fuerza “determina directamente si la guerra terminará”. En un mensaje con tono diplomático, vinculó el conflicto europeo con los esfuerzos de paz en Oriente Próximo: “Ahora hay un impulso importante hacia la paz en Oriente Próximo. Eso es también posible en Europa”.
El ataque ruso coincide con la llegada del invierno, una etapa crítica para la red energética ucraniana, que ya fue blanco de ofensivas similares en 2022 y 2023. La comunidad internacional sigue de cerca la escalada, mientras crecen las presiones para reforzar la defensa aérea de Ucrania y evitar un colapso energético a gran escala.