Un trágico incidente ha sacudido el Centro Penitenciario Murcia I, donde un recluso ha asesinado a su compañero de celda utilizando la tapa afilada de una lata de atún como arma homicida. El suceso, que ha conmocionado a la comunidad penitenciaria, ha desatado un debate sobre la seguridad en las cárceles españolas y los objetos que pueden ser utilizados como armas improvisadas.
Según fuentes penitenciarias, ambos presos se encontraban en prisión preventiva y no tenían antecedentes de comportamiento violento. A pesar de la rápida intervención de los funcionarios de vigilancia, que acudieron al lugar tras escuchar los gritos, no pudieron evitar el fatal desenlace.
El sindicato Acaip-UGT ha denunciado en reiteradas ocasiones el riesgo que supone la venta de objetos potencialmente peligrosos en los economatos de las prisiones, como las latas de comida, que pueden ser transformadas en armas mortales. Este incidente se suma a otros casos de muertes violentas en cárceles españolas, aunque estos son considerados excepcionales.
La investigación del crimen está en manos de la Guardia Civil, que se encuentra recabando pruebas y testimonios para esclarecer las circunstancias exactas que llevaron al asesinato. El suceso ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar las políticas de control de objetos potencialmente peligrosos dentro de los centros penitenciarios, con el objetivo de prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad tanto de los reclusos como de los funcionarios.
