El portavoz servía como principal representante de las Brigadas Qassam y falleció durante un enfrentamiento el fin de semana. FOTO BBC
El ejército israelí ha confirmado la muerte de uno de los voceros más visibles del ala militar de Hamas, un hecho que representa un golpe significativo para la organización palestina. En un comunicado oficial, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, identificó al fallecido como Abu Obeida, nombre de guerra de Hudahaifa Kahlout, quien servía como el principal representante de las Brigadas Qassam. El anuncio se produce mientras el gabinete de seguridad israelí se encontraba reunido para evaluar la posible expansión de su ofensiva militar en zonas densamente pobladas de la Franja de Gaza.
La noticia del deceso de Obeida ha resonado en el contexto de la escalada del conflicto. Según fuentes militares israelíes, el portavoz fue abatido durante un operativo militar llevado a cabo el fin de semana. Aunque la noticia ha sido difundida ampliamente por el Estado de Israel, hasta el momento Hamas no ha emitido una confirmación oficial, lo que añade un elemento de incertidumbre a la situación. La última vez que se escuchó públicamente a Abu Obeida fue el pasado viernes, cuando Israel lanzó una nueva y poderosa ofensiva sobre la Ciudad de Gaza. En esa declaración, Obeida emitió una advertencia cruda y alarmante: aseguró que los rehenes israelíes que permanecieran con vida se encontrarían en el epicentro de la zona de combate, y que los restos de aquellos que hubieran fallecido «desaparecerían para siempre», una frase que resonó con un profundo sentido de amenaza.
Las fuerzas armadas israelíes han señalado a Obeida como una figura clave en la estrategia de comunicación de Hamas. Era, según ellos, el responsable de la producción y difusión de los videos de los rehenes y de las impactantes imágenes que retrataban el ataque que desencadenó la guerra. Su papel no era solo propagandístico, sino también psicológico, utilizando la información y las imágenes como una herramienta para influir en la opinión pública y en las familias de los rehenes. Su eliminación, por lo tanto, no solo es vista como un golpe operativo, sino también como un intento de desarticular la capacidad de Hamas para manipular el discurso público.
La muerte del portavoz del ala militar de Hamas ocurre en un momento de intensas hostilidades y marca un nuevo capítulo en el conflicto. Este evento se suma a la larga lista de líderes de la organización que han sido el objetivo de las operaciones israelíes. El artículo concluye recordando que Israel ha sido claro y contundente en su política de perseguir y eliminar a los líderes de Hamas, incluso a aquellos que se encuentran en el extranjero. Esta estrategia subraya la determinación del país en desmantelar la capacidad de mando de la organización, sin importar el tiempo o la ubicación de sus objetivos.
Este suceso, aún sin la confirmación de la otra parte, ya está generando una ola de reacciones y especulaciones, y podría tener un impacto significativo en la dinámica de la guerra en los próximos días. La guerra de información y la batalla en el terreno se entrelazan de una manera compleja, donde cada movimiento y cada muerte tienen un peso y una resonancia que van más allá del campo de batalla.
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