Indetenible generación Z: protestas en Marruecos dejan dos fallecidos y más de 400 detenidos

0
2

Marruecos vive una de sus mayores revueltas juveniles en años. Lo que comenzó como una denuncia por negligencia médica en Agadir —tras la muerte de ocho mujeres embarazadas en el Hospital Hassan II— se ha transformado en un estallido nacional liderado por la llamada “Generación Z”, que exige reformas urgentes en salud, educación y una lucha real contra la corrupción institucional.

Las protestas, convocadas por el movimiento anónimo GenZ212 a través de plataformas como Discord, Instagram y TikTok, se han extendido a 17 provincias del país, incluyendo Rabat, Casablanca, Marrakech, Tánger, Salé, Oujda y Agadir. En la ciudad de Laqliaa, al sur de Rabat, dos personas murieron durante el asalto a una comisaría de la Gendarmería Real, donde las fuerzas de seguridad abrieron fuego en lo que calificaron como “legítima defensa”.

Además, se reportan más de 300 heridos y 409 detenidos, entre ellos activistas de derechos humanos y menores de edad. En Salé, jóvenes enmascarados incendiaron bancos, comercios y vehículos policiales. En Sidi Bibi, quemaron la sede de la alcaldía y bloquearon carreteras. En Casablanca y otras ciudades, también se registraron marchas pacíficas, aunque bajo fuerte vigilancia.

El movimiento GenZ212 ha pedido mantener las manifestaciones pacíficas, pero ha denunciado la represión estatal. “El derecho a la salud, la educación y una vida digna no es un eslogan vacío, sino una exigencia seria”, declararon sus organizadores.

La Fiscalía marroquí ha advertido que aplicará sanciones “ejemplares” contra los actos de vandalismo, con penas que podrían alcanzar los 20 años de prisión. Mientras tanto, partidos de la coalición gubernamental han expresado su disposición al diálogo, aunque sin medidas concretas hasta ahora.

Con un 41% de la población menor de 25 años y una tasa de desempleo juvenil que supera el 47%, Marruecos enfrenta una crisis generacional que ya no se conforma con promesas. La calle ha hablado, y lo ha hecho con fuego, rabia y una demanda clara: dignidad.