Friedrich Merz, el canciller alemán, sugirió una reunión en Europa para reactivar las conversaciones de paz sobre el conflicto en Ucrania/FOTO Threads
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca dar un nuevo impulso a las estancadas negociaciones de paz en el conflicto de Ucrania. La iniciativa consiste en que una eventual cumbre entre los presidentes Donald Trump, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin se celebre en suelo europeo.
La sugerencia, revelada en una reciente entrevista, llega en un momento de gran tensión diplomática y tras una serie de encuentros bilaterales que no han logrado el avance esperado.Merz expresó su confianza en que la reunión trilateral finalmente se concretará, aunque reconoció que los detalles logísticos, como la fecha y el lugar, aún no están definidos. «Hemos propuesto que Europa sea el escenario», afirmó, sugiriendo además que el continente podría convertirse en la sede permanente de este tipo de diálogos de alto nivel. Sin embargo, no se aventuró a mencionar ninguna ciudad o país específico que pudiera albergar el encuentro, señalando que son «cuestiones de detalle» que se resolverán en los próximos días o semanas.
Esta propuesta surge en un contexto particular, justo un día después de que Trump y Putin mantuvieran una reunión en Alaska. A pesar de las expectativas, ese encuentro, calificado como «productivo» por el lado estadounidense, no arrojó un plan de paz concreto ni un alto el fuego. La falta de resultados tangibles en la cumbre bilateral ha dejado un vacío diplomático que la Unión Europea parece decidida a llenar, buscando un rol más activo y central en la resolución del conflicto.Sin embargo, la propuesta de Merz no está exenta de desafíos.
El más significativo es la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra Vladimir Putin. La CPI, con sede en La Haya, acusó a Putin en marzo de 2023 por el presunto traslado ilegal de niños ucranianos a territorio ruso, un delito considerado un crimen de guerra.
Esta orden crea una gran complicación legal y política para cualquier país europeo que sea signatario del Estatuto de Roma, ya que estaría obligado a arrestar al líder ruso si pisa su territorio.
La viabilidad de una cumbre de este calibre en Europa depende de cómo se sortee este obstáculo legal, lo que podría requerir de complejas maniobras diplomáticas o incluso de la elección de un país neutral que no esté adherido a la CPI.Aun así, la disposición de los líderes europeos para facilitar la cumbre subraya su creciente preocupación por el estancamiento del conflicto y su deseo de influir en las negociaciones de paz. La propuesta de Merz refleja un intento de recuperar la iniciativa diplomática y de asegurar que los intereses de la región sean tomados en cuenta en cualquier acuerdo futuro.
La posibilidad de que Europa sea el epicentro de estas conversaciones podría marcar un cambio significativo en la dinámica de poder y en la búsqueda de una solución duradera a la guerra. El camino hacia la paz sigue siendo incierto, pero la propuesta alemana abre una nueva vía de esperanza para el diálogo.
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