La empresa Anka Demoliciones, encargada de la rehabilitación del edificio de Hileras 4 en Madrid, defendió que el colapso ocurrido el martes fue “un accidente, no una negligencia”.
Su director general, Daniel Anka, aseguró que en la zona donde se produjo el derrumbe “no se estaba trabajando” y que, de haberse producido algún error, el resultado podría haber sido mucho peor, ya que unas 40 personas estaban en el edificio. Además, destacó que los trabajadores fallecidos contaban con experiencia, formación y toda la documentación en regla.
El derrumbe dejó cuatro muertos: Laura, jefa de producción, y tres obreros —Dambéle, Alfa y Jorge, de Malí, Guinea y Ecuador—, cuyos cuerpos fueron recuperados por los bomberos.
El Juzgado de Instrucción número 43 investiga las causas del colapso y analizará los informes de seguridad, rescate y sanidad. Mientras, la empresa mantiene que no existía acumulación de materiales en la planta afectada y que la obra avanzaba a un ritmo lento.
Anka remarcó que el accidente trasciende la experiencia de los trabajadores y enfatizó que, según su conocimiento, todas las medidas de seguridad estaban cumplidas.