La cancelación de los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu por incumplir la normativa de ruidos municipal ha trasladado estos eventos al Metropolitano y también las quejas de los vecinos de esta zona de San Blas-Canillejas. A las molestias por el ruido se suman los problemas de aparcamiento, la suciedad del entorno o comportamientos incívicos…
Los residentes del barrio de Las Rosas han vuelto a reclamar soluciones al Ayuntamiento de Madrid para minimizar las molestias. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha manifestado en más de una ocasión, sobre todo tras el concierto de Ed Sheeran, que el estadio no tiene ningún acta de infracción por superación de los límites acústicos y eso que “se han hecho los controles pertinentes”. Los vecinos no están de acuerdo y, por ello, han contratado a una empresa para demostrar que los decibelios superan lo permitido en la normativa de ruido durante los conciertos.
Vecinos de Las Rosas, como Marijé, aseguran que les “están engañando”. Todavía no han determinado en qué concierto se tomarán las mediciones para determinar el ruido que la música provoca en sus casas. Será en los próximos eventos que acogerá el estadio este mismo mes de junio o julio: 20 y 21 Dellafuente, 28 Imagine Dragons, 5 de julio Iron Maiden con su metal / rock duro o 12 y 16 de julio AC/DC. Sin embargo, no quieren que se eliminen los conciertos, piden una regulación: “Que se insonorice el estadio, que tiene unos ventanales por donde sale todo el ruido y no dormimos, sobre todo en verano”, asegura Pablo, otro vecino. Eso por parte del Atlético de Madrid.
Al Consistorio le reclaman más vigilancia para el cumplimiento de las normas: “Que arregle los parques después de todos los botellones que se hacen los días que hay eventos, y que haga cumplir la licencia de cada negocio de hostelería”. Según Pablo, incrementan considerablemente el número de mesas permitidas, lo que provoca que “tengas que hacer una gincana para poder pasar”. A estos inconvenientes se suman las dificultades para encontrar aparcamiento, lo que provoca que los vehículos de los asistentes a conciertos estacionen encima de las aceras. “Estamos supeditados a los eventos para que puedan venir la familia o los amigos a visitarnos porque no pueden aparcar”. Reclaman que al igual que sucede en los aledaños del templo del Real Madrid, se corten calles y solo puedan acceder los residentes debidamente acreditados
Los residentes han elevado la voz y han creado -como hicieron en su momento los del Bernabéu- una cuenta en la red social X en la que exponen sus molestias. Algunos usuarios responden preguntándose por qué las quejas llegan ahora e incluso otros recriminan que vivan al lado de un estadio. “En el caso del Bernabéu estaba el estadio primero e hicieron casas alrededor. Aquí estaba ya el barrio, tranquilo, y nos han traído al Atlético de Madrid. Esa es la diferencia”, responde Marijé.
El Ayuntamiento apuesta por un «equilibrio»
Desde el Ayuntamiento de Madrid apuestan por un «equilibrio entre la celebración de eventos y el descanso vecinal», según ha defendido este mismo jueves la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz. Asegura que los conciertos «de extraordinaria calidad» que se están celebrando en la ciudad son positivos para la actividad económica y la generación de empleo. Pero insiste en que deben desarrollarse siempre en ese equilibrio con la convivencia vecinal. Entre tanto, la Comunidad de Madrid contempla una reforma de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar) con el objetivo de dotar de una mayor seguridad jurídica a los grandes conciertos ante los problemas y las quejas surgidas.
Los vecinos del barrio más poblado de todo el distrito, con más de 31.000 habitantes -el estadio tiene el doble de capacidad-, aseguran que aunque los conciertos terminen antes de la medianoche, lo peor en términos de ruido viene después. Ya lo expresaron, de hecho, mediante una queja formal al Consistorio en el año 2019. “Durante los días de eventos un helicóptero de la policía sobrevuela en círculo todo el área aledaña al estadio. Eso genera un gran impacto ambiental ya que a veces se produce a altas horas de la noche impidiendo el descanso de los vecinos”, criticaban. Además, el desalojo de las 60.000 personas de aforo que tiene el estadio se demora durante “largo tiempo”, lo que provoca “más molestias para todo el barrio con los atascos producidos por los coches”.
Demandan, desde el año 2018, soluciones a la movilidad: ampliar la línea 2 de Metro para conectarla con la 7 en Estadio Metropolitano y con la 5 en Canillejas; viales de salida hacia el sur de la M-40 que fueron suprimidos al construir la radial 3, lo que “descongestionaría el tráfico en la zona”, a lo que el club se ha comprometido; y mamparas contra el ruido. “Ellos han traído el problema, ellos lo tienen que empezar a solucionar”, zanjan los vecinos.
La afición rojibanca se despidió del Calderón en mayo de 2017 y el estadio Metropolitano se inauguró en la nueva ubicación en el distrito de San Blas-Canillejas el 16 de septiembre de ese mismo año. En los primeros momentos, según asegura Pablo de la Morena, miembro de la asociación de vecinos Las Musas-Las Rosas, “esto estaba lleno de policías, ahora nos han olvidado”. Por eso las quejas se han incrementado ahora, tras acoger los conciertos cancelados en el Bernabéu y aumentar la frecuencia de los eventos. “Los partidos de fútbol terminan a una hora prudencial pero es que ahora aquí ya no se puede vivir”, lamentan.
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