Madrid, España – El verano de 2025 ha dejado una trágica huella en España, con un significativo aumento de muertes relacionadas con las altas temperaturas. Según los datos del sistema de vigilancia de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, se atribuyeron 1.504 fallecimientos al calor entre el 15 de mayo y el 5 de agosto, lo que representa un aumento del 42% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La situación fue especialmente grave en el mes de julio, que registró 1.060 muertes por calor, un dramático incremento del 57% frente a las cifras de julio de 2024. Este pico de mortalidad se distribuyó de manera desigual a lo largo del país, afectando de forma más severa a ciertas comunidades autónomas. Catalunya lideró la lista con 250 muertes, seguida de Madrid con 129 y Galicia con 107.
El fenómeno del calor extremo no es nuevo, pero los datos de este verano subrayan una tendencia alarmante. Los expertos señalan que el incremento de la temperatura media anual en España, que ha subido 1,70 °C desde 1961, está favoreciendo la aparición de olas de calor más intensas y prolongadas. Las muertes no siempre son el resultado directo de un golpe de calor, sino que a menudo se deben a la descompensación de enfermedades preexistentes, como problemas cardiovasculares o respiratorios, que se ven agravadas por el estrés térmico.
La excepción a esta trágica tendencia fueron la Comunidad Valenciana, Ceuta y Melilla, donde no se registraron fallecimientos relacionados con el calor en julio. Estos datos resaltan la importancia de los planes de prevención y de la adaptación de las infraestructuras urbanas para proteger a la población más vulnerable de los efectos de las altas temperaturas.
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