Qatar, Estados Unidos y Turquía participan en la tercera jornada de negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto en Gaza. El diálogo se basa en un plan de 20 puntos impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, y se desarrolla en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh.
Entre los asistentes figuran el primer ministro qatarí Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, el jefe de inteligencia turco Ibrahim Kalin, el enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, y Jared Kushner, yerno del mandatario.
Desde la Oficina Oval, Trump aseguró que “existe una posibilidad real de lograr algo”, y subrayó que el objetivo va más allá de Gaza: “Queremos la liberación inmediata de los rehenes”. El mandatario prometió que Estados Unidos hará “todo lo posible” para garantizar el cumplimiento del acuerdo si se concreta un alto el fuego.
Por parte de Hamás, el negociador Khalil al-Hayya pidió garantías de que la guerra terminará “de una vez por todas”. El plan estadounidense contempla el cese de hostilidades, la liberación de todos los rehenes, el desarme de Hamás y una retirada gradual de las tropas israelíes.
Según una fuente palestina citada por AFP, Hamás revisó los mapas iniciales de retirada presentados por Israel y discutió el calendario para el intercambio de prisioneros.
Las negociaciones coinciden con el segundo aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, considerado el más mortífero en la historia de Israel. Ese día, durante la festividad judía de Sucot, murieron 1.219 personas —en su mayoría civiles— y 251 fueron tomadas como rehenes. De ellos, 47 siguen cautivos, incluidos 25 que el ejército israelí presume muertos.
La ofensiva israelí en Gaza desatada tras el ataque ha dejado una profunda crisis humanitaria. La ONU advierte sobre riesgo de hambruna y la presión internacional se intensifica.
Desde Nueva York, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, Annalena Baerbock, calificó la situación en Gaza como “política y moralmente inaceptable”. A través de su portavoz, La Neice Collins, exigió un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes, el desarme de Hamás y el acceso libre de ayuda humanitaria.
Collins condenó la retención de rehenes, la muerte de miles de civiles, la destrucción de infraestructura y el desplazamiento forzado de la población.
Con información de Infobae
