En un acto de notable solemnidad y calificado como uno de los más significativos de la agenda de la Jefatura del Estado, Su majestad hizo un llamado directo y enérgico a la sociedad, durante la entrega de los Premios Nacionales de Discapacidad Reina Letizia, Estos galardones que reconocen la labor pionera y constante en favor de la igualdad, sirvieron de tribuna para que la reina enfatizara que el verdadero avance en inclusión se logre mediante una transformación profunda de la perspectiva colectiva. El progreso no puede ser únicamente estadístico o administrativo; debe ser, ante todo, humano.
Lejos de conformarse con el progreso legal ya alcanzado, una arquitectura normativa que ha tardado décadas en consolidarse en España, Su Majestad puso el foco en la necesidad de abordar el problema desde la raíz social y ética. Con clara voz declaró «Hay que cambiar la forma de pensar», siendo esta la frase central de su discurso y que funcionó como un diagnostico certero sobre el estado actual de la inclusión e igualdad.
Letizia recalcó que los marcos normativos, aunque esenciales, no son suficientes si no van acompañados de un cambio de actitud genuino en el día a día. La ley puede forzar la accesibilidad física o garantizar la cuota de empleo, pero no puede legislar la aceptación, el respeto, ni la eliminación del estigma. El objetivo, según la Reina, no es solo cumplir con la legislación, sino superar las barreras mentales y los prejuicios que siguen marginado a las personas con discapacidad.
En su intervención, la Reina Letizia destacó la dimensión universal del desafío. Enfatizó que la discapacidad es un desafío que afecta a una parte significativa de la población global, y que la única forma de conseguir una igualdad de oportunidades realmente es mediante un enfoque en el que se reconozca y valore las capacidades, en lugar de centrarse únicamente en las limitaciones.
La ceremonia premia los esfuerzos que contribuyen de manera excepcional a la inclusión y al ejercicio efectivo de los derechos de las personas con discapacidad. La intervención de la Reina Letizia funciona, así, como un mandato claro, emitido desde la Jefatura del Estado. Es una hoja de ruta moral y social para que la sociedad toma conciencia e iniciativa para acelerar así la integración plena. Este es el gran reto del siglo XXI, transformar la ley en vida cotidiana, el derecho en respeto, y la obligación en convicción. La meta es clara, y requiere el compromiso no solo de las instituciones galardonadas, sino de todos los españoles.
