El conflicto en Ucrania alcanza un nuevo nivel de tensión tras los recientes ataques rusos con misiles y drones contra Kiev, que han dejado una estela de muerte y destrucción. Según el Ministerio del Interior ucraniano, al menos 31 personas, incluyendo niños, han perdido la vida, mientras que 159 han resultado heridas.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente estos ataques, con figuras como Donald Trump calificándolos de «repugnantes».
En respuesta a esta escalada, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha redoblado sus llamados a la comunidad internacional para aumentar la presión sobre Rusia y lograr un «cambio de régimen».
Mientras tanto, Vladimir Putin ha anunciado la entrada en servicio del misil balístico hipersónico Oréshnik, un arma de última generación que fortalece el poderío militar ruso.
A pesar de ello, el mandatario ruso insiste en buscar una «paz duradera y estable» en Ucrania, aunque manteniendo sus condiciones previas para una tregua.
La guerra continúa su curso implacable, con Rusia admitiendo haber lanzado siete ataques combinados en la última semana contra objetivos militares ucranianos, mientras que Ucrania informa sobre el derribo de numerosos drones.
La entrega de ayuda militar por parte de Alemania y otros aliados, las declaraciones de los líderes mundiales y el desarrollo de nuevas armas de alta tecnología definen el panorama de este conflicto que ya supera el año y medio.
Con información de: El mundo.es
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