El Hospital Universitario Gregorio Marañón ha realizado con éxito el primer trasplante parcial de corazón a una bebé de siete meses. La paciente, llamada Mariami, se recupera favorablemente tras haber abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en tan solo dos días.
La Consejera de Sanidad, Fátima Matute, calificó el logro como un «paso gigantesco que va a revolucionar el mundo de los trasplantes». La técnica, avalada por la Organización Nacional de Trasplantes, consiste en implantar únicamente una parte del órgano (las válvulas) en niños que requieren cirugía de recambio valvular, pero cuyo músculo cardíaco no presenta un fallo total.
A diferencia de los implantes valvulares tradicionales que obligan a los pacientes pediátricos a someterse a múltiples operaciones a lo largo de su vida, esta nueva técnica garantiza que el tejido implantado crecerá al mismo ritmo que el corazón del paciente, eliminando la necesidad de sucesivas intervenciones quirúrgicas.
Además del trasplante parcial, el caso de Mariami representa un triple hito en cirugía cardiaca infantil, ya que combinó:
- Trasplante parcial de corazón.
- Uso de órganos de donante y receptor con grupos sanguíneos incompatibles.
- Una donación realizada en asistolia controlada.
Este avance no solo beneficia a los menores con malformaciones congénitas graves, sino que también permitirá un mayor aprovechamiento de las limitadas donaciones cardiacas infantiles. Con esta nueva estrategia, un único corazón donado podría beneficiar a uno o dos receptores adicionales mediante el trasplante de sus válvulas funcionales.




