En un escenario político cada vez más crispado, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), se prepara para responder a la reciente comparecencia de Pedro Sánchez, calificada por los populares como un «mitin triunfalista» que evade los problemas más acuciantes del país.
La crítica principal de Feijóo se centra en la omisión, por parte de Sánchez, de dos elementos clave: el controvertido «caso Cerdán», que el PP describe como el mayor escándalo de corrupción en la historia democrática de España, y la devastadora DANA que azotó el país a finales de octubre, dejando tras de sí una estela de destrucción y damnificados.
«No podemos permitir que el presidente del Gobierno ignore la realidad que viven los ciudadanos», declaró un portavoz del PP. «Mientras Sánchez se vanagloria de sus logros, España se enfrenta a una crisis institucional sin precedentes y a las consecuencias de una gestión negligente de los recursos públicos».

Además de la cuestión de la corrupción y la gestión de desastres naturales, Feijóo tiene previsto denunciar la «grave situación judicial» que, según el PP, afecta directamente a Sánchez, a su familia, a su partido y a su gobierno. En este sentido, el líder popular hará hincapié en la «inactividad legislativa» del ejecutivo y en su «desconexión» con las necesidades reales de la ciudadanía, evidenciada, según el PP, en el deterioro de los servicios públicos.
En un intento de marcar un claro contraste con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Feijóo destacará las diferencias entre el reciente congreso de los socialistas, marcado por el nombramiento de un secretario de Organización que se encuentra en prisión, y el congreso del PP, enfocado en la formación de un futuro gobierno.
«Mientras ellos se enredan en sus propios problemas internos, nosotros estamos trabajando para ofrecer a los españoles una alternativa seria y viable», afirmó Feijóo. «Nuestro objetivo es devolver la esperanza a un país que se siente abandonado por sus gobernantes».
En definitiva, la respuesta de Feijóo se presenta como una oportunidad para capitalizar el descontento ciudadano y fortalecer la imagen del PP como una opción de gobierno creíble y eficaz. El líder popular buscará confrontar la gestión del gobierno con la propuesta de los populares, aprovechando los recientes escándalos y la percepción de ineficacia del ejecutivo para consolidar su posición como líder de la oposición y futuro aspirante a la presidencia del Gobierno.