Más allá de los millones y la lluvia de millones, el Sorteo Extraordinario de Navidad de este año será recordado por un gesto de solidaridad colectiva que puso en pie al Teatro Real. Una de las niñas de la Residencia de San Ildefonso protagonizó el momento más emotivo de la mañana al superar sus nervios ante el aplauso unánime del público.
Durante la extracción de una de las tablas, la pequeña se vio momentáneamente superada por la presión y la expectación, encontrando dificultades para cantar uno de los números. En lugar de producirse un silencio incómodo, los asistentes al Teatro Real reaccionaron de forma espontánea con una ovación cerrada y gritos de «¡Tú puedes!» y «¡Vamos!», que envolvieron a la menor en una atmósfera de cariño y apoyo.
Visiblemente emocionada y arropada por su compañero de pareja, quien no soltó su mano en ningún momento, la niña logró recuperar el aliento y terminar su turno con una sonrisa que fue celebrada como si del «Gordo» se tratase.
Este episodio vuelve a poner de manifiesto la esencia del Sorteo de Navidad: una tradición que, por encima de los premios económicos, celebra la empatía y la ilusión compartida. Los responsables de la institución han destacado la profesionalidad y el esfuerzo de todos los niños, quienes ensayan durante meses para esta cita que paraliza al país.
