Tegucigalpa. Con el 43% de las actas escrutadas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó la madrugada del lunes que el candidato conservador Nasry “Tito” Asfura encabeza la contienda presidencial en Honduras con el 40,54% de los votos. En segundo lugar se ubica Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 38,99%, mientras que Rixi Moncada, del oficialista Libertad y Refundación (Libre), alcanza el 19,49%.
La jornada electoral, celebrada el domingo, transcurrió en calma en la capital pese a la estrecha diferencia entre los dos principales aspirantes. Tanto Asfura como Nasralla evitaron proclamarse vencedores y pidieron esperar al conteo completo.
Asfura, empresario de la construcción y exalcalde de Tegucigalpa de 67 años, se presenta como un político pragmático, respaldado por sus proyectos de infraestructura en la capital. Nasralla, comentarista deportivo de 72 años, ha competido en cuatro elecciones presidenciales y mantiene como eje de campaña la lucha contra la corrupción.
La intervención de Trump
El proceso estuvo marcado por la inesperada participación del presidente estadounidense Donald Trump, quien días antes de la votación expresó su apoyo a Asfura y anunció que indultaría al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos por narcotráfico y armas. Trump calificó a Asfura como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras” y desestimó a sus rivales, a quienes vinculó con proyectos de izquierda.
Moncada y Nasralla denunciaron durante la campaña la posibilidad de fraude. Tras conocerse los primeros resultados, Moncada llamó a sus seguidores a mantenerse “en pie de lucha” hasta que se contabilicen el 100% de las actas. El CNE, que divulgó su primer reporte con retraso, tiene un plazo de 30 días para declarar oficialmente los comicios.
Más de seis millones de hondureños estaban habilitados para votar en una elección que también definió diputados, alcaldes y vicealcaldes. El proceso contó con la presencia de más de 4.000 observadores nacionales e internacionales, incluidos representantes de la Unión Europea, la OEA y congresistas estadounidenses.
Voces ciudadanas
Las opiniones de los votantes reflejan la polarización. Rubén Darío Molina, guardia de seguridad de 55 años, expresó desconfianza hacia la clase política y relató su reciente deportación desde Estados Unidos. En contraste, Carlos Alberto Figueroa, jubilado de 71 años, defendió la continuidad del proyecto de la presidenta Xiomara Castro, al que atribuye mejoras en economía y seguridad.



