Las Fuerzas de Defensa de Ucrania confirmaron nuevos ataques contra infraestructuras energéticas rusas, incluyendo una refinería en la región de Saratov y una terminal petrolera en la Crimea ocupada. Se trata del séptimo ataque ucraniano del año contra la planta de Saratov, ubicada a unos 600 kilómetros del frente y considerada estratégica por producir más de 20 tipos de derivados del petróleo, entre ellos combustibles utilizados por el ejército ruso.
El Estado Mayor ucraniano informó que una serie de explosiones provocó un incendio en la instalación, mientras se evalúan los daños. Moscú aseguró haber interceptado 37 drones durante la noche, ocho de ellos sobre Saratov, y reportó afectaciones a infraestructura civil.
En paralelo, drones ucranianos alcanzaron tanques de combustible en la terminal Sea Oil Terminal, en la ciudad portuaria de Feodosia, en Crimea, generando incendios en varios depósitos. La terminal sirve como punto clave de abastecimiento para las fuerzas rusas en el sur de Ucrania.
Estos ataques forman parte de la estrategia de Kiev para debilitar la capacidad militar y económica de Rusia, cuyo esfuerzo bélico depende en gran medida de los ingresos provenientes del petróleo y sus derivados.
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