
No sorprende a nadie que siga los recientes acontecimientos políticos en España y Europa que los acontecimientos en Torre Pacheco se hayan desarrollado como lo han hecho. Una situación similar a la actual agitación en la ciudad murciana era, para muchos, inevitable, y se han dedicado importantes recursos a propiciar tal desenlace. Torre Pacheco simplemente representa la culminación de una campaña global de propaganda de extrema derecha: una «tormenta perfecta» con todos sus elementos previstos, lista para producir beneficios inmediatos y a largo plazo.
La historia proporciona numerosos ejemplos que evidencian el funcionamiento de los pogromos y cómo el discurso que incita al odio puede preceder a la violencia basada en el odio. Previo a la ocurrencia de la Noche de los Cristales Rotos en la Alemania de los años treinta, se presentó un aumento notable en el lenguaje de odio antisemita promovido por políticos nazis y sus escritos difamatorios. Un sesgo que ya se había arraigado en Europa, al igual que el racismo persiste en la actualidad. Basta con que alguien aumente la temperatura para que alcance el punto de ebullición.
Hoy, en Torre Pacheco, se mantiene la misma fórmula. Los defensores habituales de la extrema derecha han estado alimentando el descontento desde sus plataformas, y luego son las multitudes las que inician el incendio. De esta manera inicia todo proceso de limpieza étnica.
Era de esperar, dado que han existido numerosos intentos en nuestra nación para que esto ocurriera. Hace algunas semanas, una agresión sexual en Alcalá de Henares, supuestamente perpetrada por una persona migrante, provocó un intento de disturbio racista en la localidad. En este contexto, se desplazaron todos los grupos de ultraderecha del país para intentar asaltar un centro de acogida. Se logró controlar la situación, la policía intervino y los neonazis, después de tres días de intentarlo, se dieron por vencidos. Y esto, aun teniendo en cuenta las declaraciones de la alcaldesa del PP, quien hizo críticas a la Delegación del Gobierno por haber detenido la marcha racista. En estos días, motivados por los acontecimientos en Torre Pacheco y aprovechando la emoción de su gente, intentarán nuevamente convocar este fin de semana en Alcalá.
El relato suele enfocarse en identificar el origen de las manifestaciones en el incidente específico, ya sea una agresión, una violación o un asesinato, demostrando una aparente empatía hacia las víctimas. No hemos observado a la extrema derecha expresar su oposición frente a las injusticias que los empleadores perpetran contra las trabajadoras migrantes en el ámbito agrícola de la región de Murcia, por citar un ejemplo. Tampoco en el caso de un crimen de género que no haya sido perpetrado por una persona migrante. Entre otras razones, debido a que para ellos no existe la violencia de género. Y si se manifestan en contra del crimen, se alejan de la pancarta o se retiran para no aceptar la realidad de la situación.
El año pasado observamos que no es necesario que las personas migrantes sean las que realicen un delito para que la ultraderecha intente beneficiarse de la situación. La desinformación sirve como una herramienta adicional de perturbación y control, similar a lo ocurrido en el caso del joven que fue asesinado en Mocejón, sobre el cual se propagó el rumor de que era un individuo migrante. El criminal era de nacionalidad española, sin embargo, el combustible del rencor ya estaba presente en todas partes. Asimismo, la desinformación ha representado un elemento fundamental en el caso de Torre Pacheco, con la circulación de imágenes de diversas personas de origen magrebí a las cuales se acusó erróneamente como responsables de la agresión al anciano, o de un video que se intentaba presentar como el origen de todo lo sucedido. Este video mostraba a dos ciudadanos españoles agrediendo a una persona en situación de calle mientras gritaban ‘maricón’. Sin embargo, dado que esto se ofrece sin costo alguno y entusiasma a sus seguidores, lo permiten.
La extrema derecha ha logrado obtener lo que deseaba en Torre Pacheco. No únicamente la alteración racista y la atención de los medios, sino que la discusión sobre la inmigración se realice sobre los restos de lo destruido en la localidad de Murcia. Entre altercados, rencor y temor. Este es el punto central de este tema: que el debate sobre la migración se desarrolle en relación con la violencia y la falta de seguridad. Aunque sean sus allegados quienes han provocado incendios en las calles y han trasladado la violencia desde otras áreas. En este contexto, se reitera la narrativa de que únicamente ellos tienen la capacidad de establecer el orden. La inmigración se considera el origen del problema, así como el temor y la inseguridad que esto provoca.
En este asunto, existe también una gran responsabilidad de otros actores políticos y de los medios de comunicación que, aunque no se involucran en los discursos de odio de la extrema derecha, aceptan sus enfoques y abordan el fenómeno. O lo limitan a una simple herramienta del capitalismo: el racismo es incorrecto porque requerimos migrantes para laborar. La migración se convierte en un tema relevante únicamente cuando la extrema derecha logra centrar la atención de los medios en ella como un inconveniente, o cuando se presenta como un elemento beneficioso para la economía. Ambas narrativas deshumanizan a las personas migrantes, tratándolas como objetos beneficiosos o perjudiciales según su utilidad para nuestros intereses. Pasando por alto que, tras el término ‘migrante‘, existen individuos que son variados. Y que poseen voz. Porque, en muchas ocasiones, somos nosotros, los nacionales, quienes hablamos en su nombre, sobre ellas, acerca de su identidad, sus pensamientos y sus sentimientos. Esta falta de visibilidad forma parte del problema, lo que obliga a las personas migrantes a convertirse en sujetos pasivos de los eventos de los cuales se informa.
No tenemos información sobre hasta qué punto se desarrollará la situación en Torre Pacheco. La situación dependerá en gran medida de los recursos y el esfuerzo que dedique, en primer lugar, el Ministerio del Interior, así como del combustible que aporten los políticos y periodistas al debate. Lo que es evidente es que no se tratará de un evento singular y sin posibilidad de repetición. La extrema derecha continuará intentándolo cada vez que se presente la oportunidad. Mientras tanto, continuaremos subrayando más allá del ruido, recordando quiénes son los responsables intelectuales de esta situación y de qué manera opera este sistema. No obstante, es importante tener presente que la mejor defensa contra el odio es la solidaridad comunitaria. Se debe señalar que no hay un grupo de ‘ellos’ y un grupo de ‘nosotros’ en relación con las personas migrantes, sino que esta situación nos involucra a todos. Debido a que el fascismo representa un peligro para todas las personas, no se quedará satisfecho con esto. Existe una extensa relación de personas propuestas para la eliminación. Y nadie, por muy neutral que sea, puede ni debe sentirse seguro.
Con información de publico.es
Obtén información al instante, Síguenos en Nuestras cuentas de Redes Sociales
Instagram: @madridnews24.official
X : @madridnews24_