Metro de Madrid vivió el pasado 28 de abril un día único en su historia debido al apagón masivo que afectó a toda la península ibérica.
La totalidad de la red metropolitana madrileña dejó de funcionar y frenó a 230 trenes, 44 de ellos dentro de los túneles, en los que viajaban 150.000 personas que hubo que desalojar.
A esa coyuntura crítica sin precedentes en el principal medio de transporte de la Comunidad se hizo frente en unas condiciones complicadas, con ausencia de comunicaciones a medida que las baterías se iban agotando y «riesgo» para las personas y los trabajadores.
Por ello, y sobre todo por el temor a otro episodio similar, la empresa pública acaba de destinar más de 210.000 euros (IVA incluido) a contar con 60 teléfonos vía satélite.
«Ante la posibilidad de que un apagón total vuelva a producirse, se considera imprescindible dotarse de equipamiento que permita mantener comunicaciones de voz operativas que en la medida de lo posible evite riesgos para la vida de los viajeros y trabajadores de Metro», sostienen los pliegos que amparan la adquisición de los equipos.
Aunque ha pasado poco más de un mes, el contrato ya está adjudicado: se ha hecho por el procedimiento de urgencia y se ha otorgado a Telefónica, que presta el resto de servicios telefónicos a Metro.
«La falta de actuación inmediata por falta de este servicio podría provocar daños irreversibles», insiste la empresa pública en la información asociada a la licitación, una documentación en la que reconoce que más de una hora antes del apagón en Metro de Madrid ya notaron que algo no iba bien.
«A las 11.09 horas, y posteriormente a las 12.03 horas, se comunicó que se estaban produciendo fuertes oscilaciones en el sistema, afectando a los centros de transformación, baja tensión, escaleras mecánicas, entre otros», se hace constar.
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