El Banco de España prevé caída del PIB de entre el 10,5 y el 12,6% según la evolución de la pandemia

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El Banco de España ha presentado  los principales rasgos de los escenarios macroeconómicos que prevé para la economía española en el período 2020-2022 que estarán marcados fundamentalmente por incertidumbre ante la evolución de la pandemia por el nuevo coronavirus.

La institución formula dos escenarios alternativos para el tercer trimestre, cada uno de los cuales constituye el punto de partida para un escenario diferenciado a lo largo de todo el horizonte de proyección.

La principal diferencia entre estos dos escenarios viene dada por los supuestos sobre la evolución de la pandemia a lo largo de los próximos trimestres, lo que, a su vez, condiciona el grado de severidad de las medidas de contención que eventualmente será necesario desplegar y su consiguiente impacto en la actividad económica. Ambos escenarios comparten el supuesto de que la disponibilidad de una solución médica efectiva frente al Covid-19 tras el segundo trimestre de 2021 permitirá levantar las posibles medidas de contención que se mantuviesen activas hasta entonces.

El escenario 1 contempla la aparición de rebrotes que, sin embargo, requerirían solamente de medidas de contención de ámbito limitado, tanto desde el punto de vista geográfico como de las ramas afectadas. Estas medidas causarían alteraciones adicionales relativamente limitadas de la actividad económica, cuya incidencia sería más acusada en las ramas vinculadas al ocio y la hostelería (y, desde el punto de vista de la demanda, al turismo), mientras que la actividad en el resto de ramas productivas solo se vería afectada de forma indirecta a través de los efectos de arrastre sectoriales.

El escenario 2, en cambio, contempla una mayor intensidad de los rebrotes de la pandemia en el corto plazo. Si bien se asume que la contención de dichos rebrotes no llegaría a precisar de la aplicación de medidas de distanciamiento social tan estrictas y generalizadas como las que estuvieron en vigor antes del inicio de la desescalada, sí se contempla que dichas limitaciones, además de perjudicar con mayor intensidad la actividad de las ramas de servicios también pudieran tener una incidencia directa (y no solo a través de los efectos de arrastre) en el grado de dinamismo del resto de ramas productivas.